La tutela se utiliza cuando no existen alternativas para garantizar el cuidado de un menor o de un adulto incapacitado. En el caso de los adultos, una forma posible de evitar la tutela es firmar documentos legales en los que se designe a una persona de confianza para que se encargue de sus asuntos financieros o médicos mientras aún puedan tomar dichas decisiones. También puede acceder a la sección Mayores y planificación de este kiosco para obtener más información sobre opciones alternativas.