La bancarrota es un procedimiento judicial federal en el que los deudores (personas que deben dinero) que actúan de buena fe pueden deshacerse de la deuda o elaborar un plan para pagar la totalidad o parte de su deuda para poder empezar de nuevo.
Cuando usted presenta su petición de bancarrota, entra en vigor una "suspensión automática" que impide que sus acreedores tomen medidas para cobrar, al menos temporalmente, y le da un respiro. Cuando cumple los requisitos y completa su caso, puede recibir una "exoneración" de toda o parte de su deuda, pero ciertas deudas, como la manutención de los hijos, no son exonerables. La deuda que se descarga en la bancarrota se borra permanentemente y los acreedores no pueden intentar cobrarla.
